Consejos para elegir los zapatos de tu boda

En una boda pueden pasar mil imprevistos, pero lo que sí que no debería pasar es que los zapatos de novia te hagan daño.

Y es que la elección de un calzado idóneo es tan importante como la del vestido, ya que hay que tener en cuenta que la novia pasará muchas horas con ellos puestos.

Por eso, antes de comprarte unos zapatos que te acaban de enamorar, ten en cuenta estos consejos:

Primero el vestido, después los zapatos. 

Si compras los zapatos antes de tener el vestido te arriesgas a que no combinen o no queden bien juntos. Si ya es difícil encontrar el vestido perfecto, imagínate encontrar uno basándote en que combinen con tus zapatos… Para ahorrarte quebraderos de cabeza es mejor que dejes los zapatos para después.

Puede que siempre hayas tenido en mente que tu vestido será clásico y liso, y por eso piensas que no habrá problema por comprarse unos  Stilettos blancos con encaje, ya que cualquier vestido liso le pegará. Pero imagínate que a la hora de probarte vestidos te das cuenta de que los vestidos con pedrería te gustan más que los lisos. ¿Que haces ahora? ¿Comprarte otros zapatos o decantarte por un vestido liso que no te encanta? 

Comodidad ante todo.

El día de tu boda pasarás muchas horas de pie, por eso la comodidad debe ser tu prioridad a la hora de elegir tus zapatos. Por muy bonito te parezcan unos, si no es confortable, descartarlos. 

Si no sueles llevar tacones y eliges unos muy altos enseguida te dolerán los pies y empezarás a caminar raro. Lo más importante es que disfrutes de ese día, ¿y cómo vas a hacerlo si no puedes moverte? 

Y si aún así tienes muy claro que quieres lucir un taconazo para la ceremonia, ten a mano un segundo par más cómodo para continuar la fiesta. 

PD: aunque vayas con zapato plano desde el inicio, considera llevar otro par por si acaso estos te hacen daño. Es un consejo aplicable al novio también. 

La forma. 

El diseño del zapato juega un papel importantísimo tanto en la estética como en la comodidad.  Por eso hay que tener en cuenta el entorno donde se celebrará el enlace y el clima. Es decir, si optas por unas sandalias, pero sabes que la probabilidad de que llueva en tu día es alta, un zapato cerrado será una mejor opción. 

Si el lugar elegido tiene el suelo liso, ¡enhorabuena, puedes elegir los zapatos que quieras! Pero si por el contrario hay adoquines, césped o arena, deberás buscar una opción con la que no te partas un tobillo cuando camines. 

La altura del tacón.

Los centímetros de tacón que luzcas deberán  estar estrechamente relacionados con la costumbre que tengas de llevar tacones. 

Lo ideal es 6 u 7 centímetros máximo para aguantar todo el día.

 Pero si no estas acostumbrada a llevar tacones, no te mortifiques buscando unos, busca zapatos planos o de un tacón bajo con los que te sientas cómoda. 

En equilibrio.

Haz una elección compensada de tus complementos. Si el vestido elegido es rico en pedrería o encajes apuesta por unos zapatos más sobrios. Mientras que si tu vestido es sencillo y no tiene muchos adornos, puedes optar por unos zapatos más atrevidos: color, encajes, pedrería… 

Estrénalos antes de la boda.

Póntelos en casa, o para dar pequeños paseos, procurando que no se rocen ni se dañen. El objetivo es adaptarlos a tu pie, para que el día de la boda te resulten aún más cómodos y no te salgan ampollas ni rozaduras. 

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